LA VIDA MATRIMONIAL




Víctor Rodríguez es uno de los pastores de la comunidad cristiana de Rosario e integra el equipo apostólico de Argentina junto con Jorge Himitian y Ángel Negro. En esta oportunidad Víctor responde interrogantes comunes sobre la vida conyugal.


Víctor ¿Qué se necesita para que un hogar funcione como Dios quiere?

Génesis 3: 8 dice que Dios se paseaba en el huerto de Edén. El matrimonio ya había sido constituido, Dios se paseaba al aire del día, Adán y Eva oían su voz.  Hay un elemento que a veces no lo tenemos en cuenta para que el matrimonio funcione como Dios lo planificó y es que Dios debe estar presente en el hogar, en la casa, así como lo hizo en el principio. El hogar era el jardín y Dios estaba en medio y oían su voz. Esto es lo que debemos anhelar. Podemos tener el consejo correcto pero es fundamental la presencia de Dios en la casa.
En Exódo 25 Dios le dice a Moisés que construya un arca, se trataba de una caja donde prometió manifestarse y hablar con su siervo. El arca era la presencia de Dios manifiesta. Esto es lo que debe suceder en nuestras casas. La presencia de Dios contiene su misma voluntad y aún más, es el lugar de perdón.

Hablás de la presencia de Dios manifiesta, de su voluntad y su perdón...¿Cómo es posible tener estar cosas en nuestro hogar?

Puedo mencionar algunos elementos que traen la presencia de Dios en una casa. Quisiera colocar esto en el corazón y en especial, en los hogares de cada uno.
En primer lugar para que la presencia de Dios esté en la casa debemos tener conciencia del pacto matrimonial. El pacto que aparece en Génesis capítulo 2 “Dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne”.

¿En qué consiste este pacto?

La frase clave para entender esto es “se unirá a su mujer” y esa palabra unirse significa estar pegados, que no se pueden despegar. La única manera de hacerlo es rompiendo. La unidad matrimonial no se puede disolver, no se divide, pero sí se puede romper. ¡Y esto lo tenemos que ver todos los días! Matrimonios rompiéndose por todos lados. Es común en la sociedad actual que el matrimonio llegue a romperse, es común escuchar “yo estoy divorciada” o divorciado. Pero no significa que lo común sea lo normal. 
Cuando está presente el pacto matrimonial y la conciencia de este pacto decimos NO de por vida a millares de posibles hombres o mujeres que se nos presentan en el camino. La conciencia del pacto te lleva a reconocer y a decir: “esta es mi esposa”, “este es mi esposo” hasta que la muerte nos separe. 
Cuando está esta conciencia del pacto hay dos palabras que llegan a ser malas palabras, una es separación y la otra divorcio. El Señor habló en Malaquías diciendo que Él aborrece el divorcio. Tienen que ser malas palabras también para nosotros. Por ahí tenemos que escuchar “Si esto no funciona nos separamos”, esa palabra no debe estar más en nuestro vocabulario, ni siquiera en nuestra mente.
Este pacto tiene tres elementos: 1. dejará al padre y a la madre, 2. unirse a su esposa, y 3. ser una sola carne. 
Otro elemento que trae la presencia de Dios es el amor sacrificial. 1° Pedro 4:8 “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor cubrirá multitud de pecados” Tengamos en cuenta que el amor matrimonial va desde una persona imperfecta hacia otra persona imperfecta. Tengo una noticia para darte, no sé si es buena o es mala: Te casaste con alguien imperfecto. ¿Te enteraste?

Otro de los problemas que observamos es el desplazamiento del marido por causa de los hijos ¿Cómo se puede evitar esto?

Muy buena pregunta. No tiene que haber tal desplazamiento ni de la mujer ni del marido por causa de los hijos. Algunos dicen “estoy con vos por causa de tus hijos” Esto no es el pacto matrimonial. Cuando esto sucede la presencia de Dios no está presente. No está bien desplazar al cónyuge, al esposo o a la esposa por motivo de los hijos. 
En el principio la mujer se llamaba “varona” porque del varón fue tomada. La palabra varona significa dedicada al esposo. Pero después del pecado se llamó Eva, que significa dedicada a los hijos. Sé que cuando vienen los hijos hay que atenderlos. Esa mujer que conocías, bella y extraordinaria antes de casarte; después de tener los hijos tendrá cambios. Ella tiene que encargarse de sus hijos, porque es la madre, es la vida de ellos porque si los descuida mueren. Entonces tiene que estar, tiene que cuidarlos, bañarlos, cambiarlos, alimentarlos. Y estas cosas llevan muchas veces a que el padre quede en segundo lugar.  
Ahora bien, para que el padre y esposo no quede desplazado tiene que criar a sus hijos junto con su esposa. Ella debe encontrarlo a él en la crianza de los niños. El hombre todo puede hacer en el cuidado de los chicos, lo único que no puede es darle leche materna. Para algunos hombres esto que digo no es espiritual, pero sí es muy espiritual. El padre criando a los niños junto con la madre, no “haciéndose humo”. Esta es la mejor manera que no quede en segundo plano. Digo esto porque hay muchos padres que se ausentan de la casa más de la cuenta y la mujer lleva toda la carga de los chicos. Por favor padres estén presentes todo el tiempo que puedan y van a encontrar a sus esposas. La presencia de Dios necesita ser resguardada en el hogar por lo cual no debe haber desplazamientos.

Víctor, podés mencionar algo acerca del trato, de la manera de conducirnos una vez casados, con las respectivas familias.

Recién hablamos de desplazamiento. Existe otro tipo de desplazamiento en el matrimonio y es por causa de las familias, de la parentela de uno o del otro. Gracias a Dios por las familias, pero que no sean motivo para relegar a nuestro cónyuge. A algunos les cuesta mucho dejar a su mamá y a su papá. Éstos son los que van a la casa de su mamita cuando surge algún conflicto en vez de solucionarlos entre esposos. Que nadie deje a su esposo, esposa o hijos por su familia. Esto no significa que no tenemos que atender a los padres al presentarse una necesidad. Por supuesto que sí, hay que prestarles ayuda, honrarlos, pero que no haya desplazamiento. Tampoco lo tiene que haber por las amistades o por el trabajo. Atención porque hay trabajos que alejan al hombre de su familia. Si es posible ganá menos plata pero atendé a tu mujer y tus hijos. ¡La familia está en primer lugar!

¿Cuando vemos síntomas de deterioro en nuestro matrimonio que debemos hacer?

Tratemos enseguida cualquier señal de deterioro en la relación matrimonial. Que ninguna mujer casada diga “estoy tranquila cuando él se va” y cuando estamos juntos hay perturbación. Algunas dicen “Por fin éste se fue”. Aunque parezca mentira hay casos en que se desean el mal, dicen “que aprenda de una vez”. Esto no tiene que suceder entre nosotros. Y lo peor de lo peor que puedo decir es “Estoy arrepentido de casarme con vos”. Prestemos atención a cualquier signo de decadencia en nuestro matrimonio y busquemos ayuda.

¿Querés decirnos algo más Víctor?

Sí. Cuando tengas cerca a tu esposa o a tu esposo decile algo lindo. ¿Saben una cosa? Mi esposa es la más linda de todas las mujeres. Por sobre todo cuidemos la presencia de Dios en nuestros hogares.

¡Gracias hermano!

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