1- Reunirnos en grupos de 2, 3 ó 4, ponernos de acuerdo en orar por aquellas personas que queremos alcanzar para el Señor.
2- Volver a leer “El Proyecto de Dios” y los materiales que hemos recibido para la extensión del reino. Repasarlo varias veces, conversar y tomar conciencia de lo que Él quiere decirnos.
3- Estar atentos a la guía del Espíritu Santo para acercarnos a las personas y llevarles la palabra.
4- Dar testimonio en el grupo para estimular la fe.
¿A dónde y a quienes tenemos que ir a predicar?
Vamos a las casas
¿A dónde vamos a ir?
¿A quiénes vamos a ir?
¿Qué vamos a hacer?
¿Cuál es el mensaje que vamos a llevar?
Las preguntas no solo nos llevan a buscar y encontrar respuestas, sino que generan nuevas preguntas.
1) ¿A dónde ir?
Tenemos que ir y hacer lo mismo que hicieron los 12 ó los 70.
Mt. 10.7, 12-13.
"Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Y al entrar en la casa, saludadla. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros"
Lc. 10.3, 5-6.
"Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros"
Es interesante que Jesús dijo a donde ir: “Vayan a la casa”.
Buena parte del ministerio de Jesús se desarrolló en las casas.
-La casa de Jairo: resucitó a la hija.
-La casa de Zaqueo: “hoy a llegado la salvación a esta casa”.
-La casa de Simón: la gran enseñanza de Jesús con la mujer que derramó el perfume sobre su cabeza.
-La manifestación de humildad de la mujer sirofenicia, fue en una casa.
¿Qué mensaje vamos a llevar a las casas?
“Paz sea a esta casa”.
Si la casa fuere digna, la paz reposará sobre ella.
Si hubiere algún hijo de paz, la paz reposará sobre él.
¿Cuál es la casa digna de la paz del Señor?
¿Quién es hijo de paz, para que la paz repose sobre él?
Es aquel que no le hace la guerra al Señor. Que no lo rechaza. Que no lo resiste.
Aún cuando no se convierta, si se abre al mensaje, si permite que se ore, si no le hace la guerra al Señor, RECIBIRÁ GRACIA DEL CIELO.
¿Qué es llevar la paz a una casa?
2º S. 6.11-12. Por la muerte de Uza, David deja el arca, que representa la presencia de Dios, en la casa de Obed-edom.
“Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa”.
Lo bendijo a él y a toda su casa.
La presencia de Dios prospera y no añade tristeza.
El arca representa la presencia de Dios.
Llevar la paz es llevar la presencia de Dios.
El arca contenía las tablas de la Ley, una vasija con maná y la vara de Aarón que reverdeció.
Estas tres cosas son las que llevamos nosotros:
a- La Palabra eterna y permanente de Dios.
b- La palabra del día, fresca y actual para cada caso en particular. Los dones de gracia del Espíritu Santo que revela la necesidad del momento. El maná. El pan de hoy.
c- La autoridad conferida por el Señor para bendecir y otorgar la paz. La autoridad para atar y desatar.
No es esfuerzo, Dios esta en nosotros y con nosotros, cuando vamos, lo llevamos a ÉL.
Lo que se imparte y reposa sobre la persona y la casa es espiritual. Un hijo de paz imparte paz.
¿Por qué tiene que ser en la casa de ellos?
La casa es parte de nuestra familia, los rincones, los muebles, todo tiene recuerdos.
La casa costó privaciones, esfuerzo, dolor. La casa es un lugar muy querido.
Pero también es:
Donde se producen los conflictos más serios, los dolores más profundos, las rupturas más angustiantes.
Es el lugar donde se derraman las lágrimas más dolorosas. Donde se quiebran los sueños y las ilusiones.
Las lagrimas más dolorosas se derraman en las casas.
En la mayoría de las casas no hay paz. No hay paz para el impío.
1º Co.14.33
“Dios no es Dios de confusión, sino de paz”.
Hoy reina la confusión. En una zona de Italia hubo 72 suicidios en 4 meses. En toda Italia un promedio de 2 por día. Ese es nuestro mundo, un mundo sin paz.
¡Pero llegó Jesús! y los ángeles cantaron: “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra PAZ..”.
Llegó la PAZ, llegó el príncipe de PAZ.
¡Comunicar la PAZ del Señor es nuestra tarea!
¡Que la tierra sea llena de la PAZ de Cristo!
¡Vamos a las casas!
¡Llevemos la presencia del príncipe de PAZ!
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