LOS NIÑOS SON IMPORTANTES


Tenemos que involucrar a los niños. 

Muchas veces en el grupo de hogar y en las reuniones generales entretenemos a nuestros hijos pequeños para que no molesten y los colocamos aparte. Los animo a que involucren a los niños, porque cuando llegan a la adolescencia es tarde, el tren ya pasó y es difícil subirlo al vagón, aunque no digo que sea imposible. 

Tenemos que trabajar con los niños, ellos tienen que nacer de nuevo. Hay que predicarles el evangelio. Aquí quiero detenerme un poco, generalmente creemos que un niño no puede entender por no estar maduro y esto no es verdad,  el reino de Dios es de los niños. Jesús nos dice que para entrar en ese reino debemos volvernos como niños.

El Señor dice en oración: “Gracias Padre porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos y se las revelaste a los niños”, y cuando Jesús entra triunfante en Jerusalén y se despliegan mantos y palmas, los directores de alabanza eran los  niños. Un niño capta en su espíritu la verdad del evangelio, más allá que no lo comprenda en su sentido común. En una de nuestras congregaciones empezamos a colocar las sillitas adelante y dejamos a los niños que participen en la reunión, que tengan la pandereta y otros instrumentos así alaban al Señor y danzan con nosotros.   

No pueden ser como “momias” nuestros niños en el culto a Dios,  tienen que experimentarlo en su totalidad, comenzando en la adoración y en la alabanza, dice la escritura “De los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza”. Tuve que cambiar mi óptica, y les aliento a hacerlo. Los que se han ido los tenemos que recuperar orando e intercediendo con fe. 

El padre del hijo pródigo tenía fe en el regreso del muchacho por eso salía todas las tardes al camino esperando verlo. Hermanos: Tengo en mi corazón esta promesa: Que vamos a ver a nuestros hijos volver a la casa del Padre Celestial. En lo que a mí respecta  no doy por desahuciado a nadie. Los aliento a mirar a los hijos como Cristo los ve, con una mirada de amor. 

¡Los niños son muy importantes! En una oportunidad Jesús está predicando y les traen niños y bebés a fin que los bendiga y sus discípulos lo impedían diciendo “No molesten al maestro” ¿Qué respondió Jesús? “Dejen a los niños venir a mí”.

Hoy les hago un llamado desesperado: NO IMPIDAN QUE LOS NIÑOS TENGAN UN ENCUENTRO CON DIOS. Y háblenle del hecho de Cristo como lo hacen con los adultos sin preocuparse por el sentido común, el raciocinio o el desarrollo intelectual que tengan o no tengan porque el Espíritu de Dios, el soplo del Santo Espíritu de Dios que mora en el corazón de nuestros hijos  captará la palabra y ellos van a tomar decisiones. ¡Amén!

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