“Nosotros representamos un movimiento de renovación y restauración dentro de la corriente protestante evangélica del cristianismo histórico. Nos sentimos identificados actualmente con todos los movimientos de renovación y
restauración que han jalonado la trayectoria del pueblo de Dios a través de los siglos.
Al comienzo de nuestro movimiento aquí en Argentina, unos pocos pastores nos encontramos y nos aceptamos mutuamente como colegas pares, liderando nuestras respectivas congregaciones. En medio de la santa algarabía, lejos estaba de nosotros pretender tender líneas para una nueva (aunque no original) estructura de la iglesia, excepto que estábamos concientes de la necesidad de una estructura que no impidiera el fluir del Espíritu Santo.
En toda la redondez de la tierra, en grandes sectores del pueblo del Señor existe un vasto movimiento del Espíritu Santo que apunta hacia la restauración y renovación de la iglesia. Todo esto está sucediendo como un “movimiento” es
decir está en proceso.
No se trata de algo rígido, ni estático. Tampoco se pretende que esté maduro o perfeccionado. Pero está en marcha y nosotros con la gracia de Dios formamos una parte de este tremendo movimiento de restauración.
Esta restauración terminará, así lo creemos, en el pleno desempeño de los ministerios apostólicos, proféticos, y evangelísticos, así como, por supuesto, los ya conocidos ministerios de pastores y maestros”.
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