PARTICIPA COMO VOLUNTARIA EN EL HOSPITAL DE NIÑOS ZONA NORTE



Un grupo de mujeres conforma desde el año 2007 el voluntariado del Hospital de Niños Zona Norte, participando como voluntaria nuestra hermana Alicia Lo Cascio. 



Por definición, el voluntariado es "el ejercicio libre, organizado y no remunerado de la solidaridad ciudadana en actividades y programas que benefician a la comunidad". En la práctica es la entrega del amor y el tiempo que permiten aliviar a los que sufren. Las mujeres que desde hace diez años conforman el grupo de voluntarias del Hospital de Niños Zona Norte lo saben bien, y mucho más aquellos que recibieron el abrigo oportuno, la toalla limpia, los zapatos secos, la caricia justa, la palabra olvidada.



Sin dudas son muchos los que se preguntan cada tanto qué podrían hacer en beneficio de los que más necesitan, pero son los menos los que se ponen en acción, los que dejan que la inquietud se transforme en movimiento, los que sacuden la modorra y dicen ¡vamos que se puede!. Aquellos que tienen algunas horas libres pueden sumarse. Una de sus integrantes expresa: "Me encontré con un grupo humano sensacional. Me dieron las indicaciones necesarias y me dijeron ¡al ruedo!", cuenta. 



El voluntariado de este hospital fue creado en el año 2007 por uno de los fundadores del nosocomio. Se trata de Roberto Carra, médico, quien siempre pensó en mejoras para el lugar que vio nacer y que lleva su nombre. Inquieto, curioso y siempre preocupado por la comunidad, Carra levantó el teléfono y se puso en contacto con Nancy Parelló, una rosarina que pasó muchos años en el sur y parte de la Coordinación de Instituciones Voluntariados de Hospitales de Argentina (Civha). "Me tiene que ayudar a organizar el grupo de voluntarias", le dijo. Y Nancy, que ya no pensaba involucrarse tan activamente en estas tareas (fundadora voluntariados hospitalarios en Comodoro Rivadavia, Esquel y Puerto Madryn) sintió una vez más el llamado del corazón y en ese entonces se puso en acción.



"Para que funcione bien, además de la sensibilidad y el amor es necesario contar con reglas claras y desarrollar las habilidades particulares", explicó Nancy en su oportunidad.



Con dulzura pero también con firmeza, en virtud que el voluntariado "es una forma de vida que se adopta y que nos llena; no es mano de obra gratuita sino la presencia respetuosa que escucha, que aconseja y que a veces calla acompañando al enfermo carenciado de salud. Es, en innumerables ocasiones, la entrega del amor, la compañía y el afecto que nos devuelven mucho más de lo que damos".



Una integrante del voluntariado declara: "el voluntariado del hospital es una pasión. Si pudiera vendría todos los días", resume con simpleza.



Cada una, a medida que se va consustanciando con la tarea y de acuerdo a sus posibilidades y personalidad, aporta algo diferente. Algunas de ellas saben a la perfección dónde está archivada cada una de las donaciones, "las que le facilitan a las demás la entrega de los elementos requeridos", otras saben coser, les gusta el orden y se encargan justamente de que cada cosa esté en su lugar.


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