¿QUÉ ES LA IGLESIA? Ángel Negro




Hoy muchos entendemos que la iglesia no es el edificio. Ya no le llamamos al edificio o al lugar de reunión “iglesia”, ni siquiera templo, pero muchas veces seguimos relacionando a la iglesia con lo que se hace en el edificio. Para muchos la iglesia es la reunión. Cuando se habla de la iglesia la mayoría piensa en la reunión.

¿Qué es la iglesia?

La iglesia es la reunión dominical, pero es mucho más que eso, y la mayor parte de las actividades de la iglesia se realizan fuera del encuentro dominical.

La iglesia es el pequeño grupo en una casa, son los 2 ó 3 que se juntan para orar, es el encuentro personal de edificación y discipulado.

Son los 2 hermanos que van a visitar a un apartado o a una persona nueva.

También cuando se junta un grupo de hermanos para recibir la confesión de un arrepentido y perdonarle en el nombre del Señor, o cuando se juntan 3 familias para comer y tener comunión.

Cuando los jóvenes se reúnen en la plaza para hacer una obra de teatro y evangelizar, ahí está la iglesia.

Cuando ayudan a una anciana con su casa y le arreglan el techo para que no le entre agua, o un grupo de mujeres tejen para los niños pobres.

Cuando predican en la cárcel, en el hogar de ancianos, en el orfanato o en el hospital, también ahí está la iglesia.

Cuando hacen una hora feliz o visitan a un enfermo en su aflicción. Cuando ayudan a una pareja que vivía en concubinato y ahora quieren casarse.

Cuando se trabaja con los drogadependientes en la calle, en la Granja de Rehabilitación, o con los niños o adolescentes en los hogares, allí está la Iglesia

Cuando se disciplina al inmoral por sus reiterados adulterios o se excomulga al no arrepentido, la iglesia está presente.

Cuando se juntan 6 hermanos para preparar el campamento de niños y pasan horas y horas armando los talleres, los juegos y las lecciones, seguro que está la iglesia.

En la larga llamada telefónica para alentar al afligido y en las horas que pasan los músicos ensayando y los sonidistas arreglando los equipos.

Y en la reunión de líderes, y en la de obreros, en la de discipuladores, y en la de maestros está la iglesia.

La iglesia está en el grupo casero donde se edifica, se amonesta, se corrige, se anima, se contestan las preguntas, se evangeliza y se trae a los nuevos convertidos al Señor. Es el lugar donde se pone en práctica el amor.

La iglesia está en el nacimiento de un nuevo bebé y con hermanas que lo visitan llevándole ropa, un cochecito, un moisés, mantas y cantidades de cosas que la nueva mamá necesita para su niño.

También está en la presentación del mismo en la congregación cuando ante la pregunta del pastor: ¿se comprometen a criar este hijo que Dios les dio, y orientarlo en la palabra de Dios?, seguro que está la iglesia con su bendición. La iglesia está cuando asiste a la escuela dominical, cuando participa de los campamentos, cuando se lo bautiza, se pone de novio, se casa, y cuando ellos mismos presentan a su bebé.

También la iglesia está al lado del enfermo y en su sepelio diciéndole: hasta pronto. Bendecimos a Dios por la iglesia, que desde que nacemos hasta la muerte esta presente.

Somos iglesia durante las 24 horas del día. Somos la iglesia cuando compramos en el almacén de la esquina, cuando tomamos el colectivo, trabajamos en el taller o en la oficina. Cuando nos sentamos a la mesa para cenar o salimos de vacaciones. Cuando festejamos un cumpleaños en la familia, cuando nace un bebé o hay algún enfermo en casa. Somos iglesia cuando pagamos los impuestos, hacemos la cola en el banco, o salimos a pasear como familia.


Todo esto y mucho más es la iglesia.

La iglesia es multifacética, multiforme y multifuncional.

Sus actividades son variadas, diversas, homogéneas y heterogéneas, y está en todas partes.
La iglesia es viva y dinámica y no se limita a una actividad centralizada, cuando se llega a esto, se convirtió en una religión llamada cristiana.

Los cristianos no tenemos dos vidas, una para las actividades religiosas y otra para la vida privada.

La vida cristiana es una sola y se vive como el Señor manda las 24 horas del día. Tanto en nuestra casa, como en el negocio, profesión o relación de dependencia.

¡Qué lindo es ser cristiano!

¡Qué lindo es poder vivir la vida cristiana las 24 horas del día!

¡Qué lindo es poder caminar por este mundo con la paz de una conciencia limpia!

¡Qué lindo es vivir en casa, en las actividades espirituales o en el trajín del diario vivir con identidad. Yo sé quien soy, sé quien es mi Padre, sé para que vivo y cual es mi destino final!

¡Ser llamados hijos de Dios, es lo mejor que nos pudo haber pasado en la vida!

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