Después que la congregación hizo campañas de evangelización en el Barrio Municipal de Rosario, vieron que había familias que se encontraban con muchas necesidades (sin trabajo, mujeres solas con chicos, personas mayores solas) entonces los hermanos decidieron hacer viandas de comidas y repartirlas. Tarea que ya comenzó.
Tres días a la semana se juntan los grupos designados y cocinan para unas 15 familias, más o menos 60 porciones, las envasan y las llevan a cada familia con necesidad, acompañado con un devocional. Oran por ellos y tratan de conocer más en profundidad sus necesidades.
Los discípulos abocados a esta labor comentan: “Realmente pasamos unos tiempos hermosos de comunión, Dios trata con nosotros también”.
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