ENTREVISTA CON DIEGO PEITTON



La nota que sigue es el resultado de una entrevista con este hermano muy querido que, seguramente edificará y animará a los lectores de nuestro periódico.

P.L.C. ¿Cómo conociste al Señor?

Hay una frase que escuche hace un tiempo atrás, que resume mi encuentro con el Señor: “Tú me hallaste antes de que yo te buscara”. Al año de haber nacido, mis padres tuvieron su encuentro con Dios, luego de muchos años de “probar”. Crecí en medio de los bancos de la Iglesia Evangélica de los hermanos Libres (de calle Colombia).Y aunque en varias oportunidades le di mi corazón al Señor, no fue hasta el mes de Julio del año 1982, (año en el cual mis padres fueron llenos del Espíritu Santo, a la vez también que comenzamos a congregarnos en Comunidad Cristiana), en medio de un retiro de familia, que tuve mi encuentro con el Dueño de mi vida. Ese mismo año, unos meses después me bautice, y unos años más tarde, en otro retiro recibí el bautismo del Espíritu Santo. 

P.L.C. ¿Cómo está conformada tu familia?

Mi familia está conformada por: Mi esposa Carolina, y tres hijos, Martín (17), Joel (15 y Camila (12)

P.L.C. Hablemos tu trabajo ¿A qué te dedicas Diego?

Soy Optico Contactólogo. Mi papa fundó el negocio, y de los tres hermanos, fui el único que le gusto la profesión.

P.L.C. ¿Cuánto tiempo hace que llevas adelante el grupo casero?

No tengo la fecha justa, pero yo calculo que debemos haber arrancado en el año 2002 o 2003 aproximadamente.  El cálculo lo hago en función de que Camila todavía no había nacido(diciembre del 2004). Recuerdo que  los chicos del grupo, al saber que Caro estaba embarazada y que nosotros queríamos que fuese nena, estaban orando para que así fuese, y el Señor nos respondió!!!Comenzamos con dos grupos “homogéneos” de adolescentes. Los jueves, arrancaba Caro a eso de las 18 hs con las nenas, y luego llegaban los varones a eso de las 20 hs. Luego de estar aprox 2 años así, lo unificamos.

P.L.C. En cuanto a la labor con los adolescentes ¿Qué podés decirnos?

Puedo decir que trabajar con adolescentes me apasiona. Comenzamos con Caro hace 22 años,  si bien ahora nuestra continuidad en la actividad no es la misma que antes,  ejerciendo, junto a Nando y Ruty, la supervisión del área, seguimos sin  “fecha de retiro” Entiendo que es una edad clave, en la cual uno define muchas decisiones importantes de la vida, de ahí la importancia (valga la redundancia) de poder ejercer una buena cobertura y dirección espiritual. Yo como adolescente en Cristo, fui muy marcado por mis maestros, mis amigos en  Cristo y sobre todo por el Señor, especialmente en cada retiro. De ahí es que veo la importancia y trascendencia que tiene cada momento compartido con cada adolescente.  Los retiros, cada sábado de actividad y las juntadas por las casas, son herramientas valiosas que colaboran con la instrucción de cada padre, y  van haciendo que su identidad de quienes son en Cristo, se vayan fortaleciendo.


P.L.C. ¿Tenés metas para el grupo casero? ¿Podrías mencionarlas?

Si, que siempre  podamos ser, en medio de nuestro barrio y zona, como “esa casa asentada sobre un monte alto, que ilumina, para que el nombre del Padre siga siendo glorificado”. Para este año tenemos la bendición de estar por abrir, en corto plazo,  una nueva casa, y a mediano plazo otra más. Comenzamos también a realizar un trabajo evangelìstico/social en un playón del Barrio Ludueña, junto a otros hermanos de diferentes grupos. Zona Oeste es grande y necesitamos extendernos. Creo que el Señor está abriendo ojos, corazones y puertas para que esto suceda.

P.L.C. ¿Cuál  es tu carga para la iglesia del Señor en este tiempo?

Hace una semana escuche de Ángel Negro una frase que resume mi carga: “El Señor sigue abriendo puertas, como un día se abrió la de la familia Darling”. Mi oración es que el Espíritu Santo se siga moviendo aún más, con mayor revelación, y fuego, para que el Reino de Dios se siga extendiendo.  Una iglesia movilizada, militante, santa y coherente, creciendo en unidad, cantidad y calidad.

P.L.C. ¿Quisieras decirnos algo más? 

En este último retiro de pastores y obreros, el pastor Eddy Leo, luego de mostrarnos y hablarnos de lo que sucede en Indonesia, nos exhortó y amonesto con la siguiente frase: “Basta de jugar a la Iglesia. Seamos la Iglesia”.  No quiero decir con esto que no lo estemos siendo, pero no puedo dejar que nada enturbie la revelación y el llamado que Dios nos dio. Sigamos adelante, caminado firmes bajo la guía del Espíritu Santo, poniendo los ojos en Jesús, al cual aguardamos con esperanza y deseo y descansando en los brazos del Padre. De esta manera vamos a seguir siendo Iglesia.

P.L.C.¡Gracias Diego!

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