OBRA EN EL PLAYÓN DE LUDUEÑA


El Señor nos permitió festejar “el día del niño del Playón” (Solis y Casilda). Fue una jornada preciosa, en donde desde el comienzo pudimos ver la mano y la fidelidad del Señor en el sol que nos regaló.


Fueron 150 los chicos que se “congregaron” en esta oportunidad, y muchas familias del barrio se acercaron con sus sillas, a disfrutar de la presencia del Señor.

La tarde comenzó con el grupo de teatro de los hermanos de Zona sur, continuó con juegos organizados por el grupo de Jóvenes de Funes, para terminar con una merienda y entrega de regalos “personales”, fruto de las ofrendas de los hermanos de todos los grupos familiares. Es decir, la Iglesia manifestó el amor del Padre, y eso fue visto por aquellas familias del Playón con las cuales estamos “trabajando” hace más de un año, y también por muchos chicos y padres que nos conocieron este domingo.

Fuimos sal, fuimos familia, fuimos los brazos, ojos, bocas y oídos de Dios. ¡¡¡Gloria a su precioso Nombre!!!

Aprovecho para agradecer a cada hermano que estuvo presente a través de cada oración, cada ofrenda, cada gesto.

Estoy totalmente persuadido que El Señor “va a seguir añadiendo cada día los que han de ser salvos”, con una Iglesia hacia afuera.

Diego Peitton

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