"Nosotros enseñamos y hacemos hincapié en los valiosos preceptos para el matrimonio que hallamos en las sagradas escrituras, sin embargo hay un lado espiritual muy evidente en esta relación que no debemos ignorar. Por ejemplo la Palabra dice que la mujer debe sujetarse a su esposo "como al Señor..." y que el marido tiene que amar a su mujer "como Cristo amó a la iglesia" ¿Pueden ver la faz espiritual en esto? Cuando cumplimos los roles agradamos a Dios en primer lugar y después al cónyuge. Entonces no estamos frente a meros principios morales para los casados, sino a preceptos cargados de espiritualidad. Aún más, la esposa necesita ver a Cristo en el marido y el marido debe ver a Cristo en su mujer"
Mientras transcurría el encuentro Dios comenzó a obrar en los matrimonios con quebrantamiento, reconocimiento de sus faltas, perdón mutuo y reconciliación. En los últimos días hubo bautismos en el Espíritu Santo, danza y mucho gozo por la intervención divina durante esos días.