Meta es el lugar o punto en el que termina una carrera. Final que se dirige una acción u operación.
El propósito de las metas
Para lograr una visión más amplia de la obra cristiana se requiere establecer metas. Debemos vivir y servir al Señor con objetivos definiendo metas.
Personales (Ordenar mi tiempo)
Familiares (Mejorar la comunicación)
En el servicio a Dios (Discípular)
Las metas ayudan al cumplimiento de la visión
Es necesario expresar metas de manera tangible y práctica, es decir que se puedan alcanzar y también realizar. Se trata de objetivos que puedan cumplirse por la vía de la dedicación, el arduo trabajo y la acción, no meramente un sueño.
¿Cuáles son las metas de la iglesia, grupo casero y mi propia vida para este año? ¿Qué pasos prácticos habrá que seguir para su cumplimiento?
Las metas son pronósticos de fe
Eso es lo que son las metas para los discípulos de Jesús: Pronósticos de fe. No limitemos nuestros planes a lo que la razón indica que se puede hacer, tengamos un margen de fe, dejemos a Dios obrar. Esto es lo que nos distingue de los demás, del mundo empresarial.
"Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos, por la potencia de él que obra en nosotros..." (Ef 3:20).
En todos los casos vamos a tener que afrontar la cruda realidad que muchas veces indica que los objetivos propuestos son locura, pero debemos seguir adelante en fe.
"Si puedes creer, al que cree todo le es posible" (Marcos 9:23).
Para hacer "pronósticos de fe" es necesario ir delante de la presencia de Dios en oración y ayuno, luego establecer lo que entendemos que Dios desea que hagamos.
Dios honra los hombres y mujeres que planifican en fe, en oración, en ayuno, y se apoderan sin temor del futuro sabiendo que Dios está preparando el camino si el plan es según su voluntad.
No olvidemos que Él siempre excede cualquier cosa que planeamos hacer bajo Su dirección.
Las metas definen la acción
El propósito de las metas es definir la acción, poner manos a la obra. Las metas deben motorizar al discípulo. Una visión viene a ser efectiva únicamente cuando se traslada a la acción, si no queda en el ámbito de la ilusión.
Algunas metas importantes podrían ser incrementar mi tiempo de comunión con Dios, formar discípulos, terminar la casa.
Cualidades de una meta
A fin de entender lo que es una "meta", primero tenemos que cubrir la falta de pensamientos concretos y claros. Si nos preguntan ¿Cuál es tu meta? Y respondemos "Mi meta es glorificar a Dios" ¡Eso es maravilloso! Pero ¿Cómo sabrás cuando hayas glorificado a Dios? ¿Qué acción o resultados validarán el hecho de que le glorificaste?
Por supuesto que es algo maravilloso glorificar a Dios. Pero cuando hablamos de metas no estamos hablando de valores subjetivos e indefinibles que nos dejan conceptos nublados e imprecisos. Se trata de una acción práctica que se pueda medir.
Por ejemplo si la meta es establecer una comunidad de discípulos este año en alguna ciudad aledaña satisface plenamente el criterio para una meta. No es abstracta, sino clara, y se podrá medir. Las metas son:
Medibles (no que existan solo en el mundo de los sueños);
Medibles Tangibles (No abstractas);
Comunicables (No imprecisas, sino con ideas claras);
Logrables (Cuantitativas, no de ideales inmensurables);
Definibles (De acción).
Una vez que Dios nos haya dado una visión, debemos ir a Él y decirle: "Señor, ¿qué pasos deberé tomar a fin de hacer que esta visión encuentre fiel cumplimiento?" Siempre las metas propuestas o las indicaciones del Espíritu Santo tienen que concordar con la Palabra de Dios y ante la duda consultar con los hermanos mayores en la fe.
Debemos sentarnos y escribir los planes, tranquilos, reflexionando en lo alcanzado y no alcanzado el año anterior, con auto crítica y deseos de cambiar, progresar, mejorar y crecer.
Prioridades en la metas propuestas
En este punto establecer prioridades. No debemos estar envueltos en diez cosas diferentes porque se necesitará una compañía de superhombres para realizarlas. Muchas metas diferentes consumen tiempo y energías. Son demasiadas. Nadie puede atender apropiadamente muchas cosas.
Pablo dijo: "Pero una cosa hago" (Fil 3:13). Podríamos decir: "Estas veinte cosas hacemos..."
Si hay más metas adicionales de seguro que no podremos lograrlas con excelencia. El tratar de efectuar demasiadas cosas simultáneamente resultará en la proliferación de la mediocridad, logrando poco o tal vez nada.
El problema que afrontan muchos cristianos es que están haciendo demasiadas cosas a medias o ningunas, más bien que unas pocas con excelencia.
Harían mejor si se aplicaran a la ejecución de unas pocas cosas bien definidas y planificadas. Colocamos nuestras metas dentro de tres categorías:
-prioritarias,
-las que pueden quedar en espera y
-las diferidas, es decir que las pasamos para más adelante.
La metas en espera o estado de conservación no hay que dejarlas morir, pero tampoco dedicar el esfuerzo necesario para ejecutarlas o realizarlas. Simplemente dejarlas navegar a lo largo de la costa pero no empujarlas ni impulsarlas. Por ej. Procurar vender mi casa, mudarme de localidad, etc.
Dios está interesado en hombres y mujeres a quienes pueda comunicar su visión y propósito, obreros que puedan trasladar esa visión y propósito en acción. Hombres que puedan clasificar tales acciones en orden de prioridad razonable, secuencia lógica, y que salgan al campo de labor a ponerlas en ejecución.
Levantarnos hacia una instancia completamente nueva en Dios. Tal vez nos invadió el desánimo o no sepamos cómo comenzar. Tomemos los principios bíblicos hacia el logro y salgamos adelante por fe. Dios nos volverá a asombrar.
(Desde redacción)