UNIDOS ES MEJOR Ivan Baker


La base fundamental de lo que Dios nos ha hablado en estos años es que somos cuerpo, miembros unidos, con el fin de fortalecer, crecer, madurar y ser aptos para todo trabajo que Dios nos determine. La tarea será hecha entre todos, unos con los otros. O entonces no conseguiremos nada. Cuánto esfuerzo tiene que hacer uno que está solo para: ganar a alguien, ser santo, luchar contra el diablo. Primero tiene que entender sus debilidades, probablemente sin un compañero, difícilmente consiga entenderlas.


Mantenerse firme es mucho más fácil si estamos unidos a otro. Es muy difícil si estamos solos, separados.


Cuán difícil es para el diablo acercarse a nosotros con sus artimañas y engaños, cuando estamos unidos. Dos que están juntos con Cristo en el medio, cuán difícil es para el diablo rodearnos. Él tienta a uno, al otro, pero nosotros estamos unidos, su influencia es mínima, porque es anulada por la presencia de Cristo y la unión entre los dos. Separémonos unos de los otros y veremos que el diablo que anda alrededor irá a devorarnos con facilidad. Tiene el perímetro de cada uno.



El Espíritu nos enseña correctamente, mas no conseguimos entender. A través de las coyunturas, sí entendemos. Abrimos el corazón unos a los otros y el más sabio, el más prudente, el más maduro ayuda al otro. Nosotros queremos el Propósito de Dios, su Reino, llegar a la madurez y uno ayuda al otro para alcanzar esto.



Si son dos, cuando uno cae el otro lo levanta. Si son dos y están con frío pueden calentarse. Ninguno tiene toda la inteligencia, o madurez necesaria, porque Dios ha repartido los dones por el cuerpo, para que en la armonía del cuerpo, los dones funcionen. Entonces mi capacidad será plena en vez de ser relativa. La capacidad de mi hermano también será plena en vez de ser relativa.  



Somos como un rompecabezas que tienes que juntar todas las piezas. 



Somos como una red unida por los nudos. Si no existiesen los nudos, no existe red.



Queremos pescar, pero no estamos unidos. La caña de pescar, el cordel y el anzuelo provienen de nuestra comunión. Nosotros somos una atracción para el mundo, cuando ellos nos ven unidos. La imagen de un cuerpo es mucho más fuerte para dar testimonio al mundo, que una gran cantidad de personas yendo a reuniones buscando cargas espirituales, pero no ven el amor de Cristo siendo derramado en los corazones. 



Cuando una persona viene del mundo y entra en una congregación que no tiene ligamentos, donde el cuerpo no está unido y no existe una relación, ayuda, amor, servicio, atención específica y cuidado; ella siente el frío de la falta de comunicación.



Comienzan a darle muchas reuniones, muchos discursos. Casi no la ayudan en sus necesidades y cuando es ayudada, lo es por alguien que no está capacitada para hacerlo, porque no tiene el concepto de lo que es la iglesia y lo que debe hacer con la persona. ¿Cómo ayudarla? - el otro también tiene sus debilidades, lo que acaba pasando son sus propias debilidades, porque ella tampoco fue ayudada en sus debilidades.



Es muy diferente cuando alguien entra a la iglesia que está unida al cuerpo, a sus hermanos, unida en amor, unida a través de los lazos del Espíritu Santo. 

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