TESTIMONIO DE ALFREDO MUZZI


Desde que me convertí entendí que es imposible separar la conversión con la misión; más aún, entiendo que en el mismo llamado está incluida la misión, ser cristiano es ser testigo. 

Esto se prendió en mi corazón como un fuego, muchas veces me vi muy limitado para este trabajo pero Dios me hizo comprender que todos sus hijos somos obreros.

A los pocos meses de conocer al Señor y recién casados con Ani, por razones laborales, tuvimos que dejar la ciudad de Rosario y trasladarnos a Vedia, una ciudad al noroeste de la provincia de Buenos Aires. Ahí nos congregamos en un grupo de la ciudad, pero nosotros pedimos permiso y abrimos nuestra casa con las personas que íbamos ganando para el Señor. Pasados unos meses al pastor de la congregación le llamo la atención y nos preguntó qué era lo que hacíamos en casa. Para nosotros era natural trabajar así, no entendíamos su inquietud. Después el Banco nos trasladó a la ciudad de Venado Tuerto. Ahí, por supuesto, comenzamos una obra en nuestra casa; nos dedicábamos exclusivamente a eso. Con la ayuda de los hermanos de Rosario, empezamos con dos matrimonios más y como éramos pocos en el grupo no tenía mucho sentido estar adentro, por lo que la mayor parte del tiempo estábamos en la plaza orando y predicando, recorriendo las calles rogando a Dios para que la gente se convierta. Una noche estábamos en un departamento con un matrimonio y alguien llamó a la puerta, era un muchacho y su novia, por la que Ani había estado orando sin saber su nombre. Esa noche les hablamos del Señor, después de ese encuentro siguieron otros y al poco tiempo los bautizamos; estoy hablando de Sergio Tubbias y Patricia (su esposa), hoy él es uno de los pastores en ese lugar.

Estando en Venado Tuerto, Víctor Rodríguez me paso el dato de un matrimonio que vivía en Arias, provincia de Córdoba, así que una mañana con un hermano viajamos hasta ahí. Apenas conocía esa localidad, no teníamos la dirección, solamente el nombre de la persona. Hicimos varias cuadras nos pusimos a orar a preguntarle al Señor donde ir, le dije al hermano que me acompañaba que gire a la izquierda, hicimos un par de cuadras paramos y le preguntamos a un hombre que pasaba, la casa de la familia que buscábamos era justo la que estaba enfrente nuestro, ¡Dios es maravilloso! Pudimos comenzar un grupo ahí que después continuaron los hermanos de Venado Tuerto, porque al poco tiempo nosotros fuimos trasladados a Córdoba.

Allí fuimos recibidos por una hermosa congregación, todavía estaba en Córdoba Keith Bentson; nosotros vivíamos en un hermoso barrio y volvimos a abrir nuestra casa. Con otro matrimonio recorríamos cada cuadra del barrio, orando, dejando folletos por debajo de las puertas. Luego nos mudamos a otra casa que estaba rodeada de colegios y tenía una hermosa plaza cerca, había mucha gente en la zona, ¡eso era bueno! Algunos jóvenes se unieron al grupo de casa y comenzamos a predicar en la plaza, en la calle; también íbamos a un barrio carenciado,  hacíamos el pan para llevarles a esa gente. Logramos organizarnos para ir a otras ciudades de la provincia a predicar.

Al poco tiempo nos trasladaron a Bariloche. Los primeros años nos reuníamos en una congregación tradicional, Dios nos visitó y la gran mayoría de esos hermanos ¡fueron llenos del Espíritu Santo! Los tres últimos años trabajamos con un grupo en casa. En ese momento no experimentamos un gran crecimiento numérico pero evidentemente Dios estaba formando algo en nuestras vidas que iba a ser muy útil después. Una experiencia interesante fue que se convirtió una mujer de 74 años, ella era polaca, muy adinerada, cliente del Banco donde yo trabajaba. Ésta mujer después de convertirse, dejó todas sus actividades comerciales y empezó a colaborar como voluntaria en el Hospital, es para destacar todo lo que Dios hizo a través de ella en ese lugar; aprendimos a valorar cuánto vale una persona. También se crearon relaciones hermosas con otros pastores que perduran hasta hoy.

Pero yo estaba inquieto, no entendía bien lo que Dios estaba tejiendo hasta que llegamos a fines de 1997 y me enviaron a trabajar 15 días a la ciudad de Salta. Le comente a Víctor, él se mostró muy entusiasmado, siempre me preguntaba cuando íbamos a ir al norte. Recuerdo en mi primer viaje a Salta, bajé del avión, oré a Dios y le dije: “si nos vas a traer acá quiero vivir un tiempo de restauración, de renovación” (no conocía la situación en Salta). Después de un tiempo de ir y venir, en el mes de marzo se concretó el traslado definitivo, los Muzzi nos radicamos en Salta.

Yo ya había estado algunas veces en casa de Alberto Vilte (pastor del grupo) y también con los hermanos. Había aprendido que cuando uno llega a un lugar no tiene que mirar lo que falta sino lo que hay, tener la mirada que tuvo Bernabé cuando llegó a Antioquía. Así que nos pusimos a trabajar, Alberto organizo rápidamente un retiro con el pequeño grupo y ahí compartimos acerca de la visión: “el propósito eterno de Dios y como alcanzarlo”. Formamos tres grupos familiares en tres barrios distintos. Comencé a discipular a los hermanos jóvenes que había y mi esposa a las hermanas. Me juntaba con ellos especialmente los días sábados a la mañana y les decía: “ustedes van a ser los líderes de la congregación” y así fue, bendito es Dios. En los primeros años no crecimos mucho, teníamos que armar el equipo, después comenzamos a salir a predicar, pasar tiempos juntos. Cuando se convirtió una chica en la Universidad, era tal la alegría que teníamos que hicimos una fiesta, fue la primera de muchos que iban a seguir; en ese tiempo otros que se habían retirado del grupo volvieron. A fines del 2000 me reconocieron pastor y al año siguiente tome la decisión de dejar el trabajo secular. Vine a “Salta la linda” por 15 días teóricamente y ya llevamos con mi familia 16 años. Hoy somos cuatro pastores, hay 15 grupos familiares en la ciudad de Salta, hay grupo en Cerrillos y en Campo Quijano (localidades cercanas), estamos yendo a predicar a varios pueblos cercanos y más lejanos.

Hace cuatro años un matrimonio se fue a vivir a Gobernador Gregores pcia. de Santa Cruz, nos preguntaron qué hacer, la respuesta fue espontánea, obvia: prediquen el evangelio, abran su casa, nosotros los vamos a atender. Comenzaron, hoy ya son 5 matrimonios los que conforman el grupo; a fines del 2014 un matrimonio de Salta se fue para allá, Dios abrió las puertas y ahí están colaborando con este grupo, Dios sabe cómo hacer las cosas.

Una hermana que es Ingeniera acompañó a su hermano a estudiar a San Juan. El año pasado comenzaron un grupo en su casa, empezaron a predicar en la universidad, en los hospitales…, este año ya hubo bautismo y una familia se agregó al grupo.

Un matrimonio que vive en Neuquén nos pidió ayuda; preguntamos a nuestros pastores y ellos nos dijeron que vayamos. Cuando llegué al lugar (Enero 2015) no vi el vaso vacío, lo vi lleno. Estaban ellos solos, otra vez la pregunta ¿Qué hacemos?, y otra vez la misma respuesta: prediquen, abran su casa, nosotros los vamos a apoyar. Comenzaron con los niños del barrio; hace un mes todos los fines de semana se juntan 40 chicos en el patio de su casa, los padres que son inconversos están muy contentos y quieren enviar a sus hijos más grandes también. Por lo que pronto, también trabajarán para llegar a estos más jóvenes. También hay una señora y tres adolescentes; un mes atrás no había nada. Las personas están esperando nuestra manifestación, hablemos, viajemos, no miremos lo que falta, porque siempre van a faltar cosas.

La pregunta era ¿Qué cosas consideraba necesaria para abrir una obra? Algunas cosas que aprendí con las experiencias; hace falta un hombre, una mujer, con estas características: que tengan vida de oración, que tengan fe, o sea que crean lo que Dios dijo que él iba a hacer, que amen, conozcan, vivan y enseñan la palabra de Dios, que sepan qué hacer con la gente; por favor no se pierdan en las muchas palabras de la Biblia y en las muchas actividades (a veces infructuosas), que amen la unidad de la iglesia, Dios no nos puso para criticar y que puedan ver que a partir de uno solo podemos multiplicarnos en muchos.   

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